REFORMA DE BAÑO Y COCINA
Es la reforma más habitual en la vivienda, seguida de la cocina.
Según los especialistas del sector, hay que tener bien claro cuál es el objetivo de nuestra reforma: renovar, actualizar instalaciones, ganar en confort y/o eficiencia energética, etc. Importante es también identificar cuáles son nuestras necesidades y meditar sobre el uso del espacio para ser realmente fiel a lo que queremos. Para ello, puede ser útil hacer una lista ordenando y priorizando nuestras necesidades (dejarse aconsejar por un amigo, familiar o por un profesional puede alejarnos de nuestro objetivo, pero puede ayudarnos a encontrar cómo satisfacerlo).
Tenemos que ser una parte activa de la reforma. A medida que nuestro proyecto avanza, debemos expresar lo que no nos gusta o convence antes de que el trabajo esté terminado.
La tendencia actual nos dice que cada vez más se llevan a cabo reformas sin obras, apostando por utilizar el esmaltado sobre azulejos, bañeras, etc. Los esmaltados nos permiten cambiar la estética consiguiendo acabados brillantes, satinados o mates, así como colores que no se encuentran en el mercado, personalizando aún más nuestro baño o cocina.
El cambio de grifería es una de las opciones más sencillas para dar un nuevo aire a nuestro baño o cocina. Sólo cambiar de grifería supone un paso inicial de renovación a nuestro espacio.
Otros elementos sin coste son, potenciar la luz cambiando bombillas por leds, utilizar espejos tamaño XL que duplican la sensación de espacio y luz, añadir color mediante accesorios y complementos coloridos, así como apostar por elementos naturales (madera o mimbre).